Cuando la mamá de Valeria nos contó que a su hija le encantaban las fotos, no nos engañaba, el desparpajo de la pequeña con sólo diez meses de edad, hizo que fuera muy fácil llenar éste reportaje de alas de hada, flores, perlas, galletas para merendar y muchas caras felices. Una tarde agradable con merienda incluida junto a la pequeña Valeria y sus jóvenes padres.
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